sábado, 26 de marzo de 2011

INDICE
CONTENIDO
DESARROLLO
            INVESTIGACION HISTÓRICA
                        Definición
                        Análisis
Enunciado del problema
Recolección del material informativo
Fuentes primarias y secundarias
Archivos y restos
Localización de las fuentes
Crítica de las fuentes
Crítica externa
Crítica interna
Formulación de hipótesis
Informe sobre los descubrimientos
Evaluación de la investigación histórica

BIBLIOGRAFÍA






LA  INVESTIGACIÓN HISTÓRICA:
En el esfuerzo de conocer el pasado, los fines de los historiadores y los alcances de su labor se han ido transformando a través del tiempo. Los primeros escritores buscaban más los objetivos literarios que los científicos, transmitieron leyendas, relatos épicos, hasta que los griegos consideraron en la historia la posibilidad de buscar la verdad, atribuyéndole un carácter más científico.
Los historiadores actuales tratan de recrear las experiencias pasadas de la humanidad procurando no tergiversar los hechos y condiciones reales de la época. Reúnen, examinan, seleccionan, verifican y clasifican los hechos de acuerdo a normas específicas, y se esfuerzan por interpretarlos de manera adecuada y presentarlos en exposiciones capaces de resistir la prueba del examen crítico. La investigación histórica moderna representa una búsqueda crítica de la verdad.
El método histórico de investigación puede aplicarse no sólo a la disciplina que generalmente se denomina historia, sino también se puede emplear para garantizar el significado y confiabilidad de los hechos pasados en las ciencias de la naturaleza, el derecho, la medicina, la religión o cualquier otra disciplina, puesto que cuando se aborda un estudio histórico, el investigador se entrega a algunas actividades que son comunes a todos los trabajos de investigación. Por lo general se consideran como etapas la enunciación del problema, la recolección del material informativo, la crítica de los datos acumulados, la formulación de hipótesis para explicar los diversos hechos o condiciones y la interpretación de los descubrimientos y redacción del informe.

ENUNCIADO DEL PROBLEMA
La indagación histórica comienza cuando se pretende entender algún hecho, desarrollo o experiencia del pasado, de tal modo que el investigador debe considerar la naturaleza y los alcances de la interrogante cuya respuesta desea hallar. Después de tener una noción general –inclusive confusa o vaga-, intenta aislar cada uno de los elementos fundamentales que suscitan la incertidumbre, para entonces formular un enunciado simple, claro y completo.
Antes de continuar verifica si el problema puede resolverse mediante métodos de indagación y las fuentes de datos disponibles.

RECOLECCIÓN DEL MATERIAL INFORMATIVO
Es importante que el investigador obtenga los mejores datos disponibles para resolver el problema, para ello al inicio del estudio se exploran los vastos y variados testimonios de la actividad humana que proporcionan información acerca de los sucesos pasados y entre ellos selecciona las pruebas que se relacionan con su problema.
Aunque se inicie buscando fuentes secundarias, su objetivo final será el de localizar las fuentes de carácter primario. En consecuencia debe ser capaz de distinguir entre ambos tipos de materiales y familiarizarse con los procedimientos mediante los cuales es posible hallarlos.

FUENTES PRIMARIAS Y SECUNDARIAS
Como el historiador no puede observar por sí mismo los sucesos pasados procura obtener de las fuentes primarias las mejores pruebas disponibles: el testimonio de testigos oculares de los hechos pasados o el de personas que hayan oído hablar acerca de ellos, y los objetos reales que se usaron en el pasado y que se pueden examinar de manera directa (con estas valiosas fuentes es posible llegar a una comprensión del pasado de acuerdo a los pensamientos y actividades de los hombres).
Las fuentes primarias son los materiales básicos de la investigación histórica, pero a veces el historiador se ve obligado a recurrir a las fuentes secundarias, es decir que debe servirse de la información que proporcionan las personas que no observaron directamente el suceso, objeto o condición.
Estos datos aparecen en las enciclopedias, diarios, publicaciones periódicas y otros materiales de consulta. Algunas informaciones incluidas en las fuentes secundarias se basan en elementos de procedencia bastante remota.

ARCHIVOS Y RESTOS
Las fuentes que usa el historiador son, en su mayoría, archivos preservados con la intención de transmitir información. Hay diversos tipos de archivos de ideas, condiciones y sucesos pasados, que se presentan de forma escrita, pictórica y mecánica, como los archivos oficiales (documentos legislativos, judiciales o ejecutivos, elaborados por los gobiernos federales, estaduales o locales, tales como constituciones, leyes, cédulas, actas y decisiones jurídicas; listas impositivas y estadísticas vitales, registros de asistencia, archivos médicos, informe de accidentes y registros atléticos), archivos personales (diarios, autobiografías, cartas, testamentos, legados, escrituras, contratos, notas para conferencias y borradores originales de discursos, artículos y libros), tradiciones orales (mitos, leyendas populares, cuentos de familia, danzas, juegos, ceremonias, relatos de sucesos formulados por testigos oculares y grabaciones), archivos pictóricos (fotografías, películas, microfilmes, dibujos, pinturas y esculturas), material de publicaciones (artículos de diarios, folletos y publicaciones periódicas; trabajos literarios y filosóficos) y archivos mecánicos (grabaciones de entrevistas y reuniones, discos fonográficos).A veces el historiador no necesita recurrir a los archivos e informes o de confiar en las palabras de terceros, porque puede servirse de objetos procedentes del pasado.

LOCALIZACIÓN DE LAS FUENTES
Los ficheros y catálogos, los índices de publicaciones periódicas, las bibliografías, las reseñas históricas, las disertaciones y las publicaciones que incluyen informes sobre trabajos de investigación, proporcionan valiosos indicios en la búsqueda preliminar de datos históricos. Por lo general la investigación suele extenderse más allá de la biblioteca local, hacia otras instituciones y personas especializadas que posean documentos comerciales, oficiales o privados relacionados con el problema que se desea estudiar.
Crítica de las fuentes: El historiador no presupone que un resto es genuino o que un archivo expone con fidelidad los sucesos pasados. Por el contrario, examina cuidadosamente cada uno de los elementos de que dispone y procura determinar qué grado de confiabilidad posee. Una parte esencial de su trabajo consiste en verificar si un documento contiene errores involuntarios o es un fraude deliberado. Cualquier investigador que no adopte estas precauciones comete un grave error, porque cuando la investigación se basa en fuentes poco confiables es trabajo perdido. El historiador debe someter sus fuentes a una rigurosa crítica externa e interna, a fin de proporcionar a la humanidad un relato verídico de los sucesos pasados.

CRÍTICA EXTERNA
Mediante la crítica externa se verifica la autenticidad y la validez de un documento o vestigio, es decir que comprueba si es lo que parece o dice ser, a fin de determinar si puede considerárselo como prueba. Para descubrir los orígenes de una fuente material se pregunta lo siguiente: cuándo o por qué fue elaborado el documento, quién fue el autor o creador, si escribió el material el autor a quien se le atribuye, si es ése el original o bien es una copia exacta del trabajo del autor (y en su caso si es posible restaurar el texto original del documento. También se debe tener un buen sentido de la cronología, una mente dúctil, sentido común, capacidad para comprender el comportamiento humano y gran paciencia y perseverancia. Para resolver ciertos problemas se debe contar con ciertas nociones de filología, química, antropología, arqueología, cartografía, numismática, arte, literatura y paleografía, además de conocer diversos idiomas modernos y antiguos. Claro que el historiador no puede poseer una formación ilimitada, pero sí una preparación especializada en las disciplinas auxiliares que guardan relación estrecha con el problema de estudio. Si no está capacitado para afrontar ciertos aspectos de la crítica textual, deberá buscar ayuda de expertos competentes en ese campo.

CRÍTICA INTERNA
Después de realizar la crítica externa de una fuente, es momento de proceder a la crítica interna. La primera se refiera a la determinación de la época, lugar y autoría del documento, y procura restaurar la forma original y el lenguaje empleado por el autor. La crítica interna consiste en determinar el significado y confiabilidad de los datos que contiene el documento. Para verificar el contenido de una fuente, el historiador se pregunta qué quiso significar el autor con cada palabra y cada expresión, y si son dignos de fe sus asertos. La finalidad de la crítica interna consiste en determinar las condiciones en que se produjo el documento, la validez de las premisas intelectuales sobre las que se basó el autor y la interpretación correcta de los datos.La tarea de determinar con exactitud el significado de una expresión, término técnico o palabra arcaica es sumamente compleja y requiere considerables conocimientos de historia, leyes, costumbres e idiomas. Es más fácil leer un documento “con los ojos del autor”, si se está familiarizado con el ambiente geográfico, social, religioso y económico en que aquél vivió.

FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS
 Los historiadores no reúnen documentos y restos de manera azarosa para someterlos luego a una intensa crítica y presentar al público una masa de hechos (nombres, sucesos, lugares y fechas) como si fueran las cuentas de un collar. Las informaciones parciales que no guardan entre sí relación alguna, no permiten lograr un significativo avance del conocimiento. Aunque los estudiosos agrupen los hechos y luego organicen las diferentes categorías en un orden lógico, no podrán sino ofrecer una narración inconexa en la que los diversos sucesos quedarán sin explicación. Los hechos aislados carecen de significado, y en consecuencia los investigadores no pueden limitarse a describirlos y clasificarlos según sus características superficiales. Para elaborar trabajos valiosos proponen distintas hipótesis que expliquen los sucesos y condiciones. Buscan conexiones ocultas, pautas fundamentales o los principios generales y, de esa manera, procuran explicar o describir las interrelaciones estructurales que existen entre los fenómenos. Después de formular las hipótesis, buscan las pruebas que las confirmen o las refute.

INFORME SOBRE LOS DESCUBRIMIENTOS
Una vez que han completado los descubrimientos, los historiadores redactan los informes en los que exponen el desarrollo de sus trabajos de manera organizada. La exposición incluye el enunciado del problema, una reseña de la literatura utilizada, los supuestos básicos de la hipótesis, la formulación de ésta, los métodos que se emplean para ponerla a prueba, los resultados que se obtienen, las conclusiones que se obtienen, las conclusiones a que se llega y la bibliografía. La hipótesis ayuda al historiador a determinar cuáles son los aspectos importantes para el estudio y proporciona una estructura que permite exponer las conclusiones de manera significativa. Dentro del marco de la hipótesis, el historiador organizará su material según un orden sistemático que puede ser cronológico, geográfico, temático, o bien una combinación de ellos.

EVALUACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA
En el entendido de que el historiador sólo puede ofrecer una imagen fragmentaria del pasado, y de que el conocimiento histórico es parcial sobre la base de conjeturas, se puede determinar en qué medida la historia representa con exactitud la realidad pasada. La investigación histórica tiene carácter científico, dentro de ciertos límites: las conclusiones a las que llega un historiador pueden ser verificadas por otros estudiosos puede formular hipótesis, reúne y analiza pruebas importantes para cerciorarse de que su hipótesis proporciona una explicación más satisfactoria que la ofrecida por las teorías opuestas; se sabe que cada suceso depende de sus causas, de sus condiciones para que aquél se produzca; el historiador trata e seleccionar las condiciones que probablemente precipitaron un suceso procura comprobar si una o más de ella pueden haberlo originado. El historiador nunca tendrá la seguridad de haber tomado en cuenta todos los factores pertinentes, puesto que los hechos históricos tienen un complejo esquema de interacción de los fenómenos, porque no obedecen a una única causa. La investigación histórica no puede probar sus hipótesis mediante la experimentación o la observación controlada, no puede recrear personalidades ni condiciones que ya no existen con el propósito de examinarlas y estudiarlas controlando todos los factores importantes; los historiadores limitan sus exámenes a los datos de que disponen e intentan obtener una mejor comprensión de ellos mediante comparaciones históricas y construcciones hipotéticas, comparan y contrastan un suceso con otros similares para identificar semejanzas y diferencias: la autenticidad y confiabilidad de las fuentes históricas dependen de el sometimiento riguroso a la crítica externa y a la interna de las fuentes, y del grado de información obtenida respecto del pasado y el presente para la reconstrucción de los sucesos.

BIBLIOGRAFIA
Zorrilla Arena, Santiago (2007). Introducción a la metodología de la investigación. México Océano : Aguilar, León y Cal1988 [reimpresión 2007].


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